45. Flora y fauna de Fuente Vieja (9). Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) - (2)
Ya se comentó en la entrada anterior (44. Flora y fauna (9). Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) - (1) que a raíz de la obras de urbanización y acceso a Fuente Vieja, la fauna de la zona se ha visto disminuida notablemente, tanto la de tierra como la de aire. Un ejemplo representativo de ello es el audio del video incluido en la entrada 20 de este blog: por ahora, esa gran cantidad de aves trinando al unísono ya no se ha vuelto a escuchar (era el mes de septiembre de 2015). La densidad vegetal ha cambiado a lo largo de estos años y la conducción del agua por un canal de cemento ha disminuido la humedad del entorno en general. Las condiciones para la vida del sapillo pintojo también han cambiado, en principio, de forma negativa, puesto que hay más superficie urbanizada que antes. Esta nueva situación facilita el acceso de personas, como de hecho así está siendo tanto de día como de noche con la iluminación, y supone un incentivo para visitar este patrimonio histórico. Obviamente, todo esto afecta negativamente a la vida natural de la flora y fauna del entorno, y en concreto, a la del sapillo pintojo, que a pesar de todas las circunstancias aún sobrevive en este entorno. Cabe recordar la incidencia directa sobre este anfibio y su medio ambiente que se produjo durante las obras (ver la entrada -Detalles 3- de este blog).
A pesar de todo y por fortuna, sobreviven ejemplares capaces de hacer puestas de huevos en algunos puntos concretos, que pueden pasar más o menos inadvertidas para la mayoría de la gente, pero no ya cuando las larvas eclosionadas se convierten en renacuajos. El acceso a Fuente Vieja en toda su extensión es completamente libre y dichas puestas están a la vista y accesibles a cualquiera. Una vez que el proceso de metamorfosis se va desarrollando, los anfibios necesitan espacio para moverse. Uno de estos lugares concretos de puestas es el canal antiguo entre la cámara y la represa, que reúne buenas condiciones para el proceso inicial de la vida de estos anfibios, pero presenta una clara limitación de espacio. Cuando los metamórficos empiezan a moverse en tierra y van creciendo de tamaño, tienen la opción de subir la rampa de la represa para llegar a un terreno ensolado, poco o nada apto para su supervivencia, pues coincide con el paso de las visitas. La otra opción que tienen es seguir el cauce del canal que les puede llevar hasta el estanque (los más afortunados) o hasta las piletas ubicadas en el tramo de pasamanos de la escalera.
Por ahora, el voluntariado sigue actuando. Cuando los renacuajos están ya un poco crecidos, se están llevando desde este canal antiguo al estanque y a otras charcas elaboradas al efecto, para ampliar sus posibilidades de supervivencia. Esta misma operación se ha estado haciendo, incluso, desde varios puntos del canal de cemento, donde llegan arrastrados por la corriente desde la represa. Precisamente en el estanque atraen la atención de la gente y hay quienes los cogen por curiosidad y los sueltan, y también quienes lo hacen para llevárselos o incluso caen a tierra y mueren. Por otra parte, cuando llueve con fuerza, desde la represa y por el canal de cemento los metamórficos (y renacuajos) son arrastrados por la corriente y terminan encerrados en las piletas, donde si no son rescatados, sus posibilidades de supervivencia son muy escasas. Hay que tener en cuenta que se trata de una especie endémica que requeriría una atención especial para su debida protección.
536. Renacuajos en el estanque.
Esperemos que con el tiempo la naturaleza vaya ganando terreno y este rincón de Huelva recupere su encanto especial, con el atractivo de ser un patrimonio natural, junto con el histórico y cultural. Como indica en su interesante trabajo Álvaro Luna Fernández (*), habrá que confiar también en que las administraciones públicas hagan una gestión adecuada e integral de Fuente Vieja. Este paraje natural en pleno casco urbano, no hace mucho tiempo estuvo pletórico de vida, hasta el punto de que incluso sirvió para naturalizar zonas del Parque Moret con el traslado de renacuajos de sapillo pintojo a charcas construidas para anfibios. Los bienes públicos hay que fomentarlos, cuidarlos y protegerlos, tanto los arqueológicos, históricos y culturales, como los naturales y medioambientales.
541. Dos de las tres charcas parra anfibios que se construyeron en Parque Moret.
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