1. El agua es el origen, el principio.

<<Es por eso que, cuando se encontraron con el manantial en el cabezo, subieron hasta él para reconocerlo y ver las posibilidades de almacenar esa agua. Queriendo buscar su origen, escarbaron alrededor de lo que creían una fuente natural, encontrándose a los primeros golpes de pico que allí había indicios de una construcción de ladrillos. Excitados por el hallazgo siguieron hurgando, quitando con cuidado la tierra que se había ido acumulando entre los ladrillos, hasta quedar al descubierto las paredes y la bóveda que le daba forma al principio de una galería. Incrédulos por una obra que tuvo que ser hecha por otros hombres que debieron habitar antes aquel lugar, un mensajero llevó corriendo la noticia al comandante de la legión invasora, que había establecido su campamento en la explanada que estaba encima del cabezo. De inmediato bajó un explorador, que examinando lo que estaba al descubierto, le dijo al que dirigía a los hombres que limpiaban la boca del manantial: - Que sigan sacando la tierra que está dentro de las paredes de ladrillos, pero que vayan con mucho cuidado, para que no se derrumbe la bóveda del techo. Según parece, esto es una galería hecha hace mucho tiempo para llegar al nacimiento del manantial, y conducir el agua hasta esta salida.

Y aquellos romanos, implacables buscadores de agua, siguieron sacando tierra y barro de la galería, hasta que llegaron a la primera cámara de nivelación, donde descubrieron que las paredes se ensanchaban y el suelo se ahondaba, y en el techo, el fondo de un pozo ciego, que sin brocal y oculto por la vegetación, no se veía desde arriba. Sin saber qué hacer ante tan extraña obra, el jefe de la cuadrilla de obreros informó al comandante de la guarnición de lo que se estaban encontrando dentro de la galería, y el hecho de que una vez retirada toda la tierra que la taponaba, de las paredes y del techo rezumaban gotas de agua que caían al suelo, uniéndose al reguero que, desde más adentro, corría por un manantial que venía del fondo>>. (Referencia 1: “El buscador de agua”, José Manuel Gómez Baena, pp. 204, 205. Ed. Punto Rojo).

Figura 1. Cámara visible actualmente y huecos de las galerías subterráneas norte y sur. (F.O.).