El estanque, como abrevadero para animales, punto de recogida de agua para los huertos urbanos y reservorio del Sapillo pintojo ibérico, si no se cuida se convertirá en un variopinto vertedero (20 julio 2024).
Las obras realizadas en Fuente Vieja y su entorno, han otorgado a esta zona de Huelva varios atractivos. Uno de ellos es el aspecto histórico, tanto el de siglos atrás como el de tiempos más cercanos (para una breve introducción a todo ello pueden consultarse varias de las entradas de este blog: números 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9). Y otro es el cultural relacionado con el medio ambiente. En este sentido, son varias las cuestiones que pueden comentarse, pero el objeto de esta entrada se centra en el estanque o reservorio de anfibios y abrevadero para animales del lugar.
El proyecto técnico sobre el que se realizó la obra, hizo posible este ingenioso espacio de acumulación del agua con un simple muro de hormigón (ver entradas 28 y 32 de este blog). La idea básica era generar un abrevadero para animales y un punto de captación del agua para los huertos urbanos. Y por supuesto, también hay que reseñar que debería ser un enclave primordial como reservorio de anfibios, concretamente de la especie endémica que sobrevive en Fuente Vieja: el Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi).
Hasta la fecha, el estanque está cumpliendo la función de abrevadero para animales y recogida de agua para el riego de los huertos urbanos. En cuanto a la de reservorio del sapillo pintojo habrá que verlo con el transcurso del tiempo. Por ahora se pueden ven renacuajos tanto de algunas pocas puestas de huevos puntuales en el mismo estanque, como, y sobre todo, por el trasvase hecho por personas voluntarias desde el canal existente entre la fuente y la represa de hormigón, así como desde las piletas situadas en el lateral de las escaleras de acceso a Fuente Vieja (ver entrada 45 de este blog).
El futuro del estanque (y de buena parte de Fuente Vieja) va a depender del cuidado que se tenga por parte de quienes la visitan y, principalmente, de la gestión municipal que se haga. La realidad actual es que el estanque y sus alrededores no están siendo debidamente valorados.
Aunque la mayoría del público que pasa por allí lo respeta, el incivismo y otras actitudes están produciendo acumulación de toda clase de suciedad, arrancado de la vegetación que crece espontáneamente en el agua, obstrucción con piedras y barro del tramo de canal que conduce el agua al estanque que ocasiona que baje el nivel del agua y hasta que se seque, los mismos renacuajos son víctimas propiciatorias de personas que no tienen conciencia de lo que supone tener este regalo de la naturaleza en pleno casco urbano, pues además de servir como entretenimiento para mayores y menores cogiéndolos, hay hasta quienes usan el estanque como piscina para canes, como lugar de aseo personal, cuando no para limpiar pequeños electrodomésticos. Ante esta situación parece evidente que se deben tomar medidas para cuidar, prevenir y sancionar si fuera necesario.
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