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sábado, 27 de abril de 2024

 45. Flora y fauna de Fuente Vieja (9). Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) - (2) 

    Ya se comentó en la entrada anterior (44. Flora y fauna (9). Sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) - (1) que a raíz de la obras de urbanización y acceso a Fuente Vieja, la fauna de la zona se ha visto disminuida notablemente, tanto la de tierra como la de aire. Un ejemplo representativo de ello es el audio del video incluido en la entrada 20 de este blog: por ahora, esa gran cantidad de aves trinando al unísono ya no se ha vuelto a escuchar (era el mes de septiembre de 2015). La densidad vegetal ha cambiado a lo largo de estos años y la conducción del agua por un canal de cemento ha disminuido la humedad del entorno en general. Las condiciones para la vida del sapillo pintojo también han cambiado, en principio, de forma negativa, puesto que hay más superficie urbanizada que antes. Esta nueva situación facilita el acceso de personas, como de hecho así está siendo tanto de día como de noche con la iluminación, y supone un incentivo para visitar este patrimonio histórico. Obviamente, todo esto afecta negativamente a la vida natural de la flora y fauna del entorno, y en concreto, a la del sapillo pintojo, que a pesar de todas las circunstancias aún sobrevive en este entorno. Cabe recordar la incidencia directa sobre este anfibio y su medio ambiente que se produjo durante las obras (ver la entrada -Detalles 3- de este blog).

531. Algunos ejemplares adultos de Fuente Vieja.

532. Panorámicas de Fuente Vieja, con la superficie urbanizada y la iluminación.

    A pesar de todo y por fortuna, sobreviven ejemplares capaces de hacer puestas de huevos en algunos puntos concretos, que pueden pasar más o menos inadvertidas para la mayoría de la gente, pero no ya cuando las larvas eclosionadas se convierten en renacuajos. El acceso a Fuente Vieja en toda su extensión es completamente libre y dichas puestas están a la vista y accesibles a cualquiera. Una vez que el proceso de metamorfosis se va desarrollando, los anfibios necesitan espacio para moverse. Uno de estos lugares concretos de puestas es el canal antiguo entre la cámara y la represa, que reúne buenas condiciones para el proceso inicial de la vida de estos anfibios, pero presenta una clara limitación de espacio. Cuando los metamórficos empiezan a moverse en tierra y van creciendo de tamaño, tienen la opción de subir la rampa de la represa para llegar a un terreno ensolado, poco o nada apto para su supervivencia, pues coincide con el paso de las visitas. La otra opción que tienen es seguir el cauce del canal que les puede llevar hasta el estanque (los más afortunados) o hasta las piletas ubicadas en el tramo de pasamanos de la escalera.  


533. Puesta de huevos, eclosión de larvas y renacuajos.

534. Zona de la represa y canal antiguo.

    Por ahora, el voluntariado sigue actuando. Cuando los renacuajos están ya un poco crecidos, se están llevando desde este canal antiguo al estanque y a otras charcas elaboradas al efecto, para ampliar sus posibilidades de supervivencia. Esta misma operación se ha estado haciendo, incluso, desde varios puntos del canal de cemento, donde llegan arrastrados por la corriente desde la represa. Precisamente en el estanque atraen la atención de la gente y hay quienes los cogen por curiosidad y los sueltan, y también quienes lo hacen para llevárselos o incluso caen a tierra y mueren. Por otra parte, cuando llueve con fuerza, desde la represa y por el canal de cemento los metamórficos (y renacuajos) son arrastrados por la corriente y terminan encerrados en las piletas, donde si no son rescatados, sus posibilidades de supervivencia son muy escasas. Hay que tener en cuenta que se trata de una especie endémica que requeriría una atención especial para su debida protección.


535. Renacuajos para llevar al estanque y charcas.


536. Renacuajos en el estanque.

537. Algunas de las charcas hechas en el cauce del agua, entre el estanque y arqueta previa al alcantarillado.

538. Piletas.

539. Algunos de los metamórficos rescatados de las piletas y trasladados al estanque y/o charcas.

540. Algunos de los ejemplares metamórficos en el estanque, rescatados de las piletas.

    Esperemos que con el tiempo la naturaleza vaya ganando terreno y este rincón de Huelva recupere su encanto especial, con el atractivo de ser un patrimonio natural, junto con el histórico y cultural. Como indica en su interesante trabajo Álvaro Luna Fernández (*), habrá que confiar también en que las administraciones públicas hagan una gestión adecuada e integral de Fuente Vieja. Este paraje natural en pleno casco urbano, no hace mucho tiempo estuvo pletórico de vida, hasta el punto de que incluso sirvió para naturalizar zonas del Parque Moret con el traslado de renacuajos de sapillo pintojo a charcas construidas para anfibios. Los bienes públicos hay que fomentarlos, cuidarlos y protegerlos, tanto los arqueológicos, históricos y culturales, como los naturales y medioambientales.


541. Dos de las tres charcas parra anfibios que se construyeron en Parque Moret.


_____________________
(*) Álvaro Luna Fernández. Biodiversidad asociada al acueducto romano de Huelva. AQVA ONUBENSIS. El acueducto de Onoba Aestvaria. ONOBA monografías. UHU – 2020. Páginas 49 a 70. El texto, fruto de un trabajo de investigación in situ, incluye información del Sapillo pintojo ibérico encontrado en la galería del acueducto.

jueves, 16 de febrero de 2023

 39. Flora y fauna de Fuente Vieja (4). Caña.

    Arundo es un género de plantas de la familia de las poáceas (antes llamadas gramíneas). Son de cañas duras, huecas por lo general, que forman densos cañaverales, perennes, y sus hojas se utilizan para cestería, tapetes y canceles. También se usan para la construcción (como por ejemplo falsos techos de escayola). La caña de este género se cultiva también como planta ornamental; debido a que crece rápidamente y forma masas compactas de rizomas gruesos, se utiliza para frenar la erosión de los suelos, fijar dunas y terrenos sueltos a lo largo de caminos y vías férreas. Por su gran velocidad de crecimiento está considerada fuente importante de celulosa y pasta de papel. Poseen propiedades medicinales por sus resinas, aceites esenciales, azúcares, sales minerales y trazas de alcaloides. Han sido usadas popularmente como diurético, antiinflamatoria o hemostática local. Además, también son un recurso ya utilizado desde hace mucho tiempo para entutorar diversas plantas de los huertos. Igualmente se usan para elaborar instrumentos musicales y, aunque la tecnología ha desarrollado materiales sustitutos, las lengüetas de algunos instrumentos de viento estaban hechas con láminas de caña (1).

    Hay diversas especies de Arundo, entre ellas, la donax y la micrantha. Se diferencian en que la primera, las cañas son más gruesas, sus tallos nacen más separados unos de otros que permiten su crecimiento vertical, las hojas son más anchas y colgantes, además se propaga en grandes extensiones. La caña Arundo donax es una especie foránea, invasora y muy agresiva. Por su parte, la especie micrantha, es de menor talla y menos conocida. Sus tallos nacen muy pegados entre sí, de manera que crecen de forma oblicua, que proporciona a la planta un aspecto inconfundible con forma cespitosa, a modo de ramo o ramillete. Aunque aparece en zonas fluviales puede estar más alejada del agua. Es una especie autóctona (mientras no se demuestre lo contrario) que obligaría a diferenciarla y tenerlo presente a la hora de eliminar o gestionar poblaciones de cañas (2).

   En Fuente Vieja, ya antes del inicio de los trabajos del grupo Voluntariado de Patrimonio Histórico Fuente Vieja, existían las dos especies citadas. Incluso con anterioridad a las obras de acondicionado y puesta en valor en octubre de 2020, después de las labores realizadas por maquinaria pesada que allanó el camino de acceso a la fuente, durante las cuales se eliminó gran parte del cañaveral, volvieron a brotar las cañas. Actualmente, en la zona donde estaba localizado el cañaveral más extenso se ubica la charca o estanque para reservorio de anfibios; en algunos puntos ya están rebrotando y es posible que con el tiempo se pueda volver a ver un cañaveral de Arundo donax. Por fortuna, de la otra especie, Arundo micrantha, sí hay cañaverales en diversas zonas y también sigue rebrotando. Tanto una como otra especie deberían cuidarse y conservarse, si fuese necesario controlando su extensión. 

    Como puede verse en la lámina 3 y en las entradas 23 y 25 de este blog, además de la función biológica y medioambiental que tienen, las cañas también pueden ser utilizadas como un ornamento natural e interesante para el uso y disfrute de la población. Y por supuesto, como no podía ser menos, en el huerto urbano que riega sus verduras y hortalizas con el agua de Fuente Vieja, las cañas también sirven para entutorar judías verdes, tomateras, etc., incluso para elaborar nidos de insectos.

Fuentes:

1. Arundo - Wikipedia, la enciclopedia libre

2. En el ecotono: Una de cañas


Figura 502.

Figura 503.

Figura 504.

Figura 505. Entutorado de judías verdes.

Figura 506. Entutorado de tomateras.

Figura 507. Nidos para insectos.


miércoles, 19 de octubre de 2022

 34. Detalles (4)

    De situaciones negativas también es posible alcanzar realidades positivas. Haciendo referencia al estanque o charca para anfibios, ya pasados unos cuantos meses, es justo mencionar que esta presa que acumula el agua que sale de la fuente y está encauzada mediante un canal que deriva en dos itinerarios y una salida final (al alcantarillado), tiene sus detalles positivos, además del original pensado para la colonia de anfibios. El primero es la capa a modo de toba calcárea que se ha formado y sigue evolucionando por la zona de rebose (ver entrada 30 de este blog, figuras 404 a 407), que es un detalle interesante de observar. Y el segundo es que el cauce del agua, una vez que rebosa del estanque, sigue el mismo curso que el de antes de las obras y que, por lo tanto, se puede seguir usando para el riego del huerto como se ha estado haciendo desde el principio, que es una cuestión relevante e importante para mantener dicho huerto. Ambos detalles fueron tenidos en cuenta en la elaboración del proyecto por el estudio de arquitectura que los ideó. Y, por supuesto, también aporta comodidad para coger agua en recipientes para regar a mano cuando es necesario.

    En referencia al huerto, también hay que mencionar que, hasta la publicación de esta entrada, durante las obras y en el proyecto elaborado para los trabajos de acondicionado en Fuente Vieja, ha sido respetado en todo momento. Como ya se ha indicado en el párrafo anterior, con el diseño del estanque, cuyo rebose del agua sigue el cauce original en dirección al huerto. Y, por otra parte, en el trazado del nuevo muro por donde irá una rampa de acceso, incluye un hueco para una entrada directa al huerto (o para visualizarlo a modo de balconada o mirador). Igualmente, durante el vallado provisional del perímetro de la zona de obras realizado por el Ayuntamiento, debido a la paralización de las mismas, para facilitar el acceso de los vecinos que trabajan el huerto, se instaló una puerta de paso.

    Desde la imagen 479 a 496 se puede observar la evolución de la toba calcárea desde que se hizo el estanque a mediados de mayo de 2021, hasta el mes de octubre de 2022.


Figuras 479, 480 y 481.


Figuras 482 y 483.


Figuras 484, 485 y 486.


Figura 487.


Figuras 488 y 489.


Figuras 490, 491 y 492.


Figuras 493 y 494.


Figuras 495 y 496



Figuras 497 y 498.
Hueco en el muro próximo al huerto.

sábado, 15 de octubre de 2022

 33. Detalles (3).

    En una entrada anterior de este blog (31), ya se ha comentado la insistencia de la dirección facultativa de la obra por tener operativa la charca o reservorio para anfibios lo antes posible. Insistencia a la que la empresa constructora, por lo que fuese, hacía caso omiso. En las pequeñas charcas próximas al huerto ya había renacuajos desde antes de febrero de 2021, como en otras zonas más cercanas a la fuente. Los trabajos para hacer la charca o estanque se empezaron aproximadamente a mediados de marzo y terminaron a mediados de mayo. Si se hubiese hecho antes, al menos una buena parte de la colonia de renacuajos de estas puestas podía haber tenido una zona controlada para sobrevivir, pero no pudo ser. Viendo que los renacuajos corrían peligro de desaparecer, como así fue en diferentes ocasiones, por quedar sin agua las charcas o contaminarse de agua mezclada con restos de cemento, una de las personas del huerto, a finales de marzo de 2021, recogió un centenar de ejemplares en un recipiente, con la esperanza de poder salvarlos mientras se terminaba esa obra del estanque. La dirección técnica de la empresa fue informada de ello. Pero todo se retrasaba y los renacuajos no podían estar mucho tiempo más en un bidón de pintura, por lo que optó por llevarlos a su casa para intentar cuidarlos y que sobrevivieran el máximo de ejemplares posible; al cabo de unos tres meses fueron devueltos a su medio casi setenta de ellos (muchas gracias a Pablo Luna, Miguel Terrón y Anfibios ibéricos por su inestimable ayuda).

    Todas estas circunstancias relacionadas con la especie endémica del sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi), a pesar del empeño manifiesto de la dirección facultativa del proyecto, derivaron en una total insensibilidad por parte de la empresa constructora (ver entrada 31, figura 424), por lo que uno de los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Huelva (Mesa de la Ría), a primeros de mayo de 2021 elevó un escrito al alcalde denunciándolas. La respuesta del regidor fue derivar toda la responsabilidad a la dirección técnica de la obra, que, si bien es cierto que tiene parte de ella, no deja de ser una realidad que quien promueve la obra pública, en este caso el Ayuntamiento de Huelva, también la tiene y mucha, entre otras consideraciones, porque las “medidas de protección natural” brillaron por su ausencia. No obstante, esta denuncia sirvió para que un técnico funcionario del ayuntamiento se personara en la zona, fuera testigo de lo que había y, a partir de entonces, la empresa tomó algunas medidas paliativas como poner plásticos en zonas susceptibles de ser contaminadas con cemento.   

Figuras 449, 450 y 451.



Figuras 452, 453 y 454.


Figuras 455 y 456.



Figuras 457 y 458.

Figuras 459 y 460.

Figuras 461 y 462.

Figuras 463 y 464.

Figuras 465 y 466.



Figuras 467 y 468.
Metamórficos poco antes de ser devueltos a su medio.



Figuras 469 a 474.
Metamórficos ya en su medio.


Figuras 475, 476 y 477.
Plásticos para proteger el agua de posibles contaminantes de la obra.

Figura 478.
Panorámica desde el cabezo.

miércoles, 12 de octubre de 2022

 32. Detalles (2).

    “La mayoría de las cosas decepcionan hasta que miras profundamente” (Graham Greene). No cabe duda de que las obras de Fuente Vieja (y el Mirador del Conquero) han sido una gran decepción, una empresa constructora nefasta y una gestión municipal nefasta (¿cuántas visitas hacen los alcaldes a las obras públicas en curso?). Ahora la naturaleza tiene que recuperarse, tiene que volver a ser un lugar parecido a lo que fue. No es cuestión de apelar al dicho recurrente de mejores tiempos pasados, no, es cuestión de ver la realidad: un patrimonio arqueológico, “vivo”, en un entorno natural en pleno casco urbano. Si algo está de moda y lo practica con machacona y desacomplejada insistencia este gobierno municipal, es la “sostenibilidad”, el “medio ambiente”, pues en estas obras no se ha notado. Si hubiese apostado verdaderamente por ello, habría empezado por el principio: dotarlas de un presupuesto adecuado; alguien asesoró mal o no había demasiado interés: “Cruz afirmó que no sería una actuación costosa”.

    No es comprensible que no se hubiese caído en el detalle de incluir, no ya una partida para cuidar el medio natural durante las obras, que también, como el Sr. Cruz, alcalde de Huelva, adelantó, sino ni siquiera unos euros para un puñado de piedras o cantos rodados adecuados, para acondicionar mínimamente la charca o estanque para anfibios. Con todos sus laterales en vertical (hormigón o tierra) los sapos, adultos o no, tendrían gran dificultad para moverse libremente, sobre todo para salir del agua. Tuvo que ser otra vez cosa del voluntariado. De hecho, una vez terminada, un par de personas vecinas del barrio de Las Colonias, siguiendo las pautas dadas por un herpetólogo, hicieron un primer acondicionamiento con piedras, ladrillos, etc. (que han ido completando poco a poco) y colocaron una plancha de material aislante (costeada por ellos mismos) en una parte del estanque para evitar que con el tiempo se colmatase completamente de vegetación. Paulatinamente esto último ha ido sucediendo, pues desde el fondo de la represa y en función de las condiciones propias del terreno, han ido brotando diferentes plantas, que con el paso de los meses han ocupado toda su superficie, excepto donde se colocaron las planchas aislantes (y piedras), en la que la vegetación también ha brotado, pero de diferente manera.  

Figuras 425 y 426. 
Charca o estanque para anfibios acabado, llenándose de agua.

Figuras 427, 428 y 429. 
Charca o estanque para anfibios acabado, llenándose de agua.


Figuras 430 y 431.
Estanque para anfibios terminado de llenar de agua.


Figuras 432 y 433.

Figuras 434 y 435.
Primer acondicionado con ladrillos y otros materiales.


Figura 436.


Figura 437.


Figuras 438 y 439.
Zona de colocación de material aislante para evitar colmatado de vegetación.


Figuras 440 y 441.

Renacuajos llevados al estanque, comiendo.


Figuras 442 y 443.


Figuras 444 y 445.
La vegetación creciendo en el agua y alrededor del estanque.


Figuras 446 y 447.
Charca para anfibios en octubre de 2022.


Figura 448.
Panorámica desde el cabezo y ubicación aproximada del estanque para anfibios.


jueves, 6 de octubre de 2022

31. Detalles (1).

    Los pequeños detalles hacen las cosas grandes, esto es de sobra conocido puesto que importantes personajes de la historia lo han reflejado de diferentes maneras. En este caso de las obras en Fuente Vieja (y Mirador del Conquero), también hay numerosos detalles que manifiestan a su vez la idiosincrasia de ciertas cosas que pasan en Huelva. Enumerarlos todos sería un ejercicio que quizás aburriría hasta a las ovejas y no es cuestión. No obstante, para quien tenga a bien asomarse por este blog, no está de más mencionar algunos de estos pormenores que tienen diferentes matizaciones y de los que cada cual puede sacar sus propias conclusiones.

      Respecto de las obras en sí y de la empresa contratista, ya se han mencionado unos detalles en algunas de las entradas anteriores (27, 28 y 29), entre otros: trabajadores con machota y cincel picando una escalera de hormigón; abandono de la obra dejando material, escombros y basuras; arqueta de alcantarillado sin tapar; plástico bajo escombros de cemento, etc. (figuras 326 y 327 de la entrada 27, figuras 367, 368 y 369 de la entrada 29). Incluso hubo problemas con parte del vecindario por daños en una acera, que dificultaba el acceso a una de las casas y entrada de humedad en otra, por falta de medidas preventivas durante la época de lluvias. Y hasta un (supuesto) acreedor de la empresa constructora arrojó dos montones de tierra para dificultar el trabajo de los operarios (figura 342 de la entrada 28). Además de falta de medidas de seguridad dentro de la propia obra que en su día fueron denunciadas.

    Pero el retraso de los trabajos era lo más patente, había días en los que a lo mucho trabajaban tres o cuatro operarios, e incluso a veces menos. Uno de los primeros cometidos que tenía encomendado el responsable técnico de la empresa, era la construcción de la charca o estanque para anfibios. Desde la dirección técnica de la obra, se estaba insistiendo en ello ya desde las primeras semanas del inicio de las obras, allá por noviembre de 2020 y no fue hasta mediados de marzo de 2021 cuando empezaron y hasta mediados de mayo de 2021 cuando se terminó y se llenó de agua. La premura de la dirección técnica de la obra para la construcción de esta presa era la de tenerla llena y operativa lo antes posible para, durante los trabajos en las zonas más “sensibles”, poder minimizar los daños en las puestas de huevos y renacuajos de la colonia del sapillo pintojo ibérico, especie endémica en España y de importante reproducción, casi única, en Huelva capital. Daños que en gran medida se llegaron a producir.    

    Durante unas labores como las que había que realizar en zonas por donde transcurría el agua, era difícil evitar que la fauna no sufriera daño alguno, pero con unas instrucciones adecuadas para seguir unas pautas y cuidados mínimos, algo parecido al cometido de la intervención arqueológica, esos daños podrían haberse atenuado impidiendo, por ejemplo, que las carretillas y herramientas se limpiaran con el agua que corria por el cauce y se arrojara después al mismo. La cuestión fue que las pequeñas charcas existentes en las zonas más inferiores (hacia el oeste), próximas al huerto y al desagüe del alcantarillado, se contaminaron con agua sucia con restos de cemento, o se secaron por cortes de agua, para desviarla por tenerse que trabajar por su cauce habitual. Con lo cual, las puestas de huevos y rencuajos en esos puntos concretos desaparecieron. ¿Se incumplieron o no existieron las “medidas de protección natural” supuestamente contempladas para esta actuación municipal?

Figuras 411 y 412.
Pequeñas charcas con renacuajos y larvas recién eclosionadas.



Figura 413.
Larvas recién eclosionadas en el canal próximo a la fuente
(finales de abril 2021).



Figuras 414 a 417.
Pequeñas charcas secas o con agua contaminada con restos de cemento 
(abril, mayo 2021).

Figuras 418, 419 y 420.
Pequeñas charcas secas o con agua contaminada con restos de cemento
(abril, mayo 2021).  

Figuras 421, 422 y 423,
Zonas de trabajo "sensibles".

Figura 424.
Trabajadores limpiando carretilla y herramientas
(las flechas amarillas indican el cauce del agua).



48. Flora y fauna de Fuente Vieja (12). Olmo. En la entrada 37 de este blog ya se hizo una referencia a la olmeda de Fuente Vieja, cuyas lá...