32. Detalles (2).
“La mayoría de las cosas decepcionan
hasta que miras profundamente” (Graham Greene). No cabe duda de que las obras
de Fuente Vieja (y el Mirador del Conquero) han sido una gran decepción, una
empresa constructora nefasta y una gestión municipal nefasta (¿cuántas visitas
hacen los alcaldes a las obras públicas en curso?). Ahora la naturaleza tiene
que recuperarse, tiene que volver a ser un lugar parecido a lo que fue. No es
cuestión de apelar al dicho recurrente de mejores tiempos pasados, no, es
cuestión de ver la realidad: un patrimonio arqueológico, “vivo”, en un entorno
natural en pleno casco urbano. Si algo está de moda y lo practica con machacona
y desacomplejada insistencia este gobierno municipal, es la “sostenibilidad”,
el “medio ambiente”, pues en estas obras no se ha notado. Si hubiese apostado
verdaderamente por ello, habría empezado por el principio: dotarlas de un
presupuesto adecuado; alguien asesoró mal o no había demasiado interés: “Cruz afirmó que no
sería una actuación costosa”.
No es comprensible que no se hubiese
caído en el detalle de incluir, no ya una partida para cuidar el medio natural
durante las obras, que también, como el Sr. Cruz, alcalde
de Huelva, adelantó, sino ni siquiera unos euros para un puñado de piedras o
cantos rodados adecuados, para acondicionar mínimamente la charca o estanque
para anfibios. Con todos sus laterales en vertical (hormigón o tierra) los
sapos, adultos o no, tendrían gran dificultad para moverse libremente, sobre
todo para salir del agua. Tuvo que ser otra vez cosa del voluntariado.
De hecho, una vez terminada, un par de personas vecinas del barrio de Las
Colonias, siguiendo las pautas dadas por un herpetólogo, hicieron un primer
acondicionamiento con piedras, ladrillos, etc. (que han ido completando poco a
poco) y colocaron una plancha de material aislante (costeada por ellos mismos)
en una parte del estanque para evitar que con el tiempo se colmatase
completamente de vegetación. Paulatinamente esto último ha ido sucediendo, pues
desde el fondo de la represa y en función de las condiciones propias del
terreno, han ido brotando diferentes plantas, que con el paso de los meses han
ocupado toda su superficie, excepto donde se colocaron las planchas aislantes
(y piedras), en la que la vegetación también ha brotado, pero de diferente manera.